En recuerdo de

En recuerdo a Luz Marina García Herrera

 

Texto escrito por Carme Bellet Sanfeliu

A Miguel Ángel Troitiño Vinuesa. In memoriam

Texto escrito por Antonio José Campesino y Lourdes Campos

En recuerdo de Dolores Brandis García

 

Texto escrito por Elia Canosa

En recuerdo de Luz Marina García Herrera

Texto escrito por  Carme Bellet Sanfeliu

De paso tranquilo, mirada profunda y sonrisa eterna y suave, como la de aquellas personas que se saben conocedoras de los secretos de la vida. Luz Marina rebosaba amabilidad y generosidad que repartió por doquier hasta el final. Pero nos dejó demasiado pronto el pasado 21 de junio de 2020, como siempre hacía ella, con discreción y sin hacer ruido. Ella era amiga del debate tranquilo y pausado, sin abandonar nunca esa mirada analítica y crítica que caracterizó su obra y trabajo dentro y fuera de la academia.

Licenciada en Filosofía y Letras por la sección de Historia en la Universidad de La Laguna (1976), desarrollaría en la misma Universidad su larga trayectoria docente e investigadora en la Facultad de Humanidades donde también asumiría tareas de gestión.

Realizó una estancia en la Johns Hopkins University (Baltimore, Maryland), entre septiembre 1980 hasta diciembre 1982, donde cursó sus estudios de Máster y Doctorado, y otra más tarde en 1998 en la Rutgers University. En 1987 obtendría el Doctorado en Geografía en la Universidad de La Laguna, y en 2002, la Cátedra en Análisis Geográfico Regional.

Sus trabajos, desde el principio, se centraron en los estudios urbanos, concretamente en el estudio de los procesos de producción del espacio urbano y de las desigualdades y conflictos que éstos generan. Con una mirada crítica y comprometida sus investigaciones se dirigieron al análisis de la creación de los espacios urbanos vulnerables y marginales; la vivienda y los mecanismos de exclusión social; el uso del espacio público; y los procesos de elitización. Precisamente, Luz Marina García, fue una de las investigadoras que introdujo en España los estudios de elitización (término que ella misma propuso utilizar frente al anglicismo “gentrificación”), convirtiéndose en una referente en la materia. Muchos de sus trabajos se centraron en las ciudades canarias, contribuyendo, entre otros, a la comprensión del funcionamiento del mercado inmobiliario y su vinculación con las estrategias turísticas desplegadas por los gobiernos locales.

Miembro del Grupo de Geografía Urbana de la Asociación Española de Geografía asistió a buen número de los coloquios organizados por el grupo compartiendo su mirada con todas y todos. Su trabajo, su recuerdo y su generosidad quedan con nosotros. Gracias por todo ello.

Carme Bellet Sanfeliu, Universitat de Lleida, miembro del Grupo de Geografía Urbana de la AGE

En recuerdo de Miguel Ángel Troitiño Vinuesa

Texto escrito por Antonio José Campesino y Lourdes Campos

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Nos ha dejado en plenitud de sabiduría y madurez geográfica, Miguel Ángel Troitiño Vinuesa, competente profesor, excelente compañero y mejor amigo. Cuesta mucho hablar de él en pasado, estando aún tan presente, después de haber compartido juntos numerosas horas académicas y personales a lo largo de cuatro décadas. Razón por la cual queremos dedicar estas líneas a la memoria viva de Miguel Ángel, ensamblando su trayectoria académica y profesional con las nuestras, dados los paralelismos existentes. Los tres fuimos universitarios de la generación del ‘68’ -que impregnaría nuestro compromiso con la acción y el carácter reivindicador futuro-, en las universidades Complutense de Madrid y Salamanca, donde optamos por ser geógrafos en la Escuela del maestro don Manuel de Terán Álvarez. Lourdes y Miguel Ángel tuvieron la impagable oportunidad de ser alumnos suyos, aunque en cursos distintos, y Antonio recibió indirectamente su influencia pedagógica, a través del magisterio del profesor Ángel Cabo Alonso, uno de sus discípulos predilectos. 

En la mejor herencia teraniana, a todos nos sedujo la geografía urbana de los centros históricos, simbiosis perfecta de historia urbana, urbanismo, arquitecturas y patrimonio, que se materializó en las tesis doctorales de Miguel Ángel sobre Cuenca (1979) y de Antonio sobre Cáceres (1980), mientras que Lourdes optó, en principio, por la Sismicidad y los Tsunamis del litoral sudoccidental español, también defendida en la Complutense (1989), para centrar luego su quehacer investigador sobre la ciudad de Toledo. A comienzos de los años ochenta habíamos definido nuestros destinos académicos. Miguel Ángel, en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense, Lourdes, en el Centro Universitario de Toledo, adscrito a la Complutense, y Antonio en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura en Cáceres. Aprovechamos bien esta fecunda década para conseguir nuestra consolidación académica, primero como profesores adjuntos de AGR (Antonio, 1983), de Geografía Humana (Miguel Ángel, 1984), y rematarla después como catedráticos de las áreas respectivas (Antonio, 1987), (Miguel Ángel, 1991), y Lourdes como Profesora Titular de AGR (1992) del entonces Centro Superior de Humanidades, del que fue directora de 1995 a 1999, y decana de la nueva Facultad de Humanidades de Toledo de 1999 a 2004. 

La constitución definitiva del Grupo de Geografía Urbana (GGU), realizada en Sevilla el 1 de octubre de 1993, al elegir una Junta Directiva conformada por tres miembros: Antonio Campesino (Presidente), Miguel Ángel Troitiño (Vicepresidente-Tesorero) y Lourdes Campos (Secretaria), nos permitió unir destinos de nuevo. Consolidamos la puesta en marcha del GGU, mediante la organización del I Coloquio de Geografía Urbana, realizado en la sede de la UIMP en Cuenca (1994), bajo el patrocinio de la Universidad de Castilla-La Mancha, cuyas ponencias, comunicaciones y debates recogimos en el libro fundacional (1995): Las ciudades españolas a finales del siglo XX (1995). Miguel Ángel trabajó intensamente en la Junta Directiva hasta 1996, cuando la vicepresidencia fue ocupada por Rafael Mas Hernández, profesor Titular de la Universidad Autónoma de Madrid, otro grande de la geografía urbana española, prematuramente desaparecido. Pertenecimos todos a la Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo (AECIT), para la que emitimos informes anuales, de 1994 a 2014, sobre Coyuntura Turística Regional de Madrid, Castilla La Mancha y Extremadura, y Turismo Urbano y Cultural. A mediados de los años ochenta, la crisis urbana precipitó el debate sobre la geografía aplicada y la práctica profesional del geógrafo, que Miguel Ángel lideró junto a las reivindicaciones de participación de los geógrafos en el planeamiento, general y especial, y en la planificación territorial. No concebía docencia e investigación sin práctica profesional, pero para llegar a competir en el mercado clasista y privatizado de arquitectos e ingenieros, debíamos superar nuestras deficiencias formativas, especializar nuestros planes de estudio, producir investigación de calidad y contar con el respaldo del Colegio Profesional de Geógrafos. 

Previamente, teníamos que reconocer con ironía socrática nuestras limitaciones formativas, atrevernos a enfrentar la resistencia académica de nuestros mayores y superar nuestra incapacidad para demostrar a las otras comunidades científicas y técnicas, comprometidas profesionalmente con la transformación del territorio, la imperiosa necesidad de contar con los resultados teóricos y las aplicaciones prácticas de la investigación geográfica. Miguel Ángel fue materializando aquellas utopías y nosotros seguimos sus pasos pioneros en cuatro líneas de investigación: urbanismo de centros históricos; patrimonio cultural; planeamiento especial de protección, y turismo cultural en ciudades del Patrimonio Mundial. La autoridad investigadora de Miguel Ángel quedó plasmada en su obra Cascos antiguos y centros históricos: problemas, políticas y dinámicas urbanas (1992), de lectura obligada en una coyuntura de boom urbanístico especulativo y desarme morfológico y funcional de las ciudades históricas. Su compromiso crítico se plasmó en las preocupaciones por las dinámicas sociales urbanas, la devolución de la multifuncionalidad a los centros históricos, y el urbanismo cultural, para que pudieran asumir los retos de futuro como destinos turísticos, aunque, por experiencia propia, conocía perfectamente las dificultades existentes para arbitrar políticas urbanas de rehabilitación integrada desde 1982. 

Entendió el patrimonio como recurso estratégico y producto turístico. Miguel Ángel formó parte, junto con Antonio, de la Junta Directiva del Comité Nacional Español de ICOMOS, entre 2004 y 2010, donde tuvieron que enfrentar intervenciones arquitectónicas muy problemáticas en Toledo, Cuenca, Ávila, La Laguna, Cáceres…, como atestiguan sus informes emitidos, no exentos de tensiones con las corporaciones municipales y con el propio ICOMOS. Y asesoró al Instituto del Patrimonio Cultural de España, y al Andaluz del Patrimonio Histórico, entre otros. El reconocimiento por los arquitectos de sus capacidades profesionales, como corredactor de planeamiento, y su relevancia como profesor de la UC, le permitieron intervenir de pleno derecho en el Plan Especial de Protección y Regulación de Recursos del Medio Físico del Área de Gredos (1986), y en los P. E. de Protección del Patrimonio de Cuenca, con la redacción de su decisivo expediente para la declaración de P.M. (1996), del conjunto monumental AlhambraAlijares (1999), de León, y de Zamora (2000), donde Antonio le proporcionó la información disponible sobre su ciudad natal…, como dejó acreditado en sus publicaciones. Su inteligencia natural serrana y su capacidad de reciclaje permitieron al Miguel Ángel maduro y curtido transitar hasta el turismo cultural en Ciudades del P. M. Le preocupaban especialmente los impactos socioculturales y funcionales del turismo, movilidad, masificación superación del umbral de carga, gestión de flujos, innovación, interpretación, planificación, gestión y desarrollo turístico sostenible. 

El Estudio sobre turismo y desarrollo sostenible en las ciudades históricas con patrimonio arquitectónico y monumental para TURESPAÑA (1996) anticipó la creación del Grupo de Investigación de “Turismo, Patrimonio y Desarrollo” (1999) con brillantes resultados hasta el presente, por su destacada proyección peninsular e iberoamericana. Sus integrantes acaban de dejar por escrito su orfandad y su empeño por mantener, sin el maestro, idénticas cotas de calidad y compromiso investigador. Miguel Ángel siempre respondió de forma entusiasta a las múltiples demandas que le hicimos para presidir tribunales de tesis doctorales de geógrafos y arquitectos en Cáceres y en Toledo (tribunales de DEA), y dictar ponencias en congresos, jornadas técnicas y debates, donde su dilatada experiencia aplicada, su mundo viajero y sus continuas notas tomadas en sus cuadernos de trabajo, mostraban con brillantez su razonamiento argumental y discursivo, tan sereno como crítico y reivindicador. 

Por encima de todo, como valor sin precio, queremos destacar su calidad humana, disponibilidad, proximidad, bonhomía, grandeza y sencillez de excelente compañero y mejor amigo. Así le queríamos y así queremos seguir teniéndolo presente con vosotras: Maribel, Isa y Libertad.

Antonio-José Campesino Fernández y María Lourdes Campos Romero

En recuerdo de Dolores Brandis García

Dolores Brandis, referente fundamental en la Geografía Urbana española, Catedrática de Geografía Humana en la Universidad Complutense y profesora honorífica en los últimos años, ha fallecido en Madrid, el 4 de julio de 2023. La pérdida para sus compañeros y amigos, para toda la comunidad científica, es inmensa. Estaba en plena madurez intelectual, con proyectos vitales y de investigación en marcha. Escribir un par de novelas y algunos cuentos cortos eran novedades vitales. Terminar varios escritos sobre la Ciudad Lineal, una de sus zonas predilectas y sobre la periferia madrileña, las tareas en las que estaba comprometida. 

Su legado personal, ético e intelectual permanece vivo en todos los que la conocimos, trabajamos y aprendimos con y de ella y persistirá a través de sus espléndidas publicaciones. Tres componentes de su quehacer intelectual deben ser destacados. En primer lugar, el rigor y la solidez de su labor, fundamentados en un profundo conocimiento de los lugares investigados, de los métodos empleados y en su inquebrantable compromiso con la ciudad y la ciudadanía. Este carácter que marca su trayectoria enlaza con la escuela de Manuel de Terán, director de su tesis y en la que explícitamente se integraba, formando parte de la tercera generación de académicos salidos de su magisterio. El paisaje como eje interpretativo de las ciudades y el compromiso social formaron parte también del bagaje de experiencias y conocimientos recogidos durante su formación en la Universidad Complutense, donde desarrollaría después toda su carrera académica. La responsabilidad ciudadana asumida le ha llevado a participar en diferentes equipos técnicos de Ministerios, Ayuntamientos y entidades sociales. Activa participante en el Club de Debates Urbanos, fue nombrada recientemente socia de honor. 

En segundo lugar, su solidez intelectual y su gran responsabilidad cívica cristalizan en una obra consecuente y espléndida, llena de contenidos sobre el funcionamiento y la morfología de las ciudades, su historia, el papel de las políticas públicas y la iniciativa privada en su construcción, de ideas sugerentes para avanzar en su entendimiento integral y, por ello, de planteamientos novedosos sobre el uso de la categoría del paisaje como fundamento de los estudios urbanos. Lola Brandis fue sobre todo innovadora y depuradora en los métodos de acercamiento al paisaje. Entre sus publicaciones con esta temática, 2 abundan las reflexiones especialmente sugerentes sobre las representaciones culturales de las ciudades españolas, desgranando todas las vías y modos posibles de acercamiento: planos históricos, grabados, postales, fotografías, textos de viajeros o novelas. Los estudios de detalle sobre el paisaje del casco histórico madrileño, de su plaza Mayor, de los espacios públicos de la capital, de las nuevas periferias, del eje Prado-Recoletos o de la Gran Vía, complementan y actualizan en el tiempo su obra más relevante, imprescindible para todos los estudiosos de la ciudad: el paisaje residencial de Madrid, publicada en 1983 recogiendo los logros más importantes de su tesis doctoral. Su planteamiento, desde una perspectiva histórica, combina de forma perspicaz, inteligente y amena, los componentes objetivos de la ciudad en cada etapa, su morfología, traducida en unos dibujos magníficos, sus rasgos demográficos, el marco legal que preside, y a veces dirige, la dinámica urbana, las figuras y las estrategias empresariales que han controlado su producción, con los factores subjetivos, menos patentes, pero igualmente determinantes en la interpretación de los paisajes. Manifestaciones artísticas o literarias contribuyen a componer una imagen precisa de Madrid, sintetizada finalmente en fichas caracterizadoras de los principales paisajes residenciales de esta ciudad, su ciudad, a la que dedicó la mayor parte de su esfuerzo y de su obra. 

El tercer valor específico de Lola Brandis es el trabajo en colaboración, la enseñanza y el aprendizaje compartidos. Menos de la mitad de los trabajos publicados los realizó en solitario. Un tercio con su amiga y colega Isabel del Río, con la que transitó todas las líneas investigadoras y todas las materias. Isabel nos ha transmitido, desde la Asociación de Geógrafos Españoles, el conocimiento profundo de su trabajo, los afanes comunes, los avances y los logros, en la vida académica, profesional e investigadora, también en la familiar y personal. Otro cómplice esencial en su trabajo fue Rafael Mas, con quien tantas cosas compartía en lo personal y en lo intelectual, y con quien publicó estudios excelentes, centrados los mejores en la Ciudad Lineal, cuya deriva fue considerada por ambos una pérdida cultural y patrimonial inexcusable en Madrid. Inicialmente a través de él y posteriormente por respeto intelectual y cariño personal, comenzamos algunas personas a trabajar con Lola Brandis en la Universidad Autónoma: Isabel Rodríguez, Ester Sáez, Manuel Mollá y yo misma. 3 Con ella hemos afrontado los últimos proyectos investigadores, propiedad militar, parques urbanos, periferias y contracartografías, en los que se han incorporado Ángela García y Gonzalo Madrazo, actualmente en la Universidad Complutense. En esta Universidad, y con Miguel Ángel Troitiño, también compañero tanto en el aprendizaje como en la investigación y la enseñanza, se plantea un nuevo ámbito de trabajo al incorporar la perspectiva del turismo en los estudios urbanos. Con él y con otros colegas, como Carmen Mínguez, publicó diferentes trabajos metodológicos, sobre enfoques y fuentes, y experimentales, sobre ciudades patrimoniales. Referencia inexcusable es su participación, a través de Joan Romero, en investigaciones de gran calado sobre el despilfarro, la corrupción y las consecuencias de la extensión de las políticas neoliberales en las ciudades españolas. 

Una última referencia es imprescindible para recordar sus colaboraciones en los Seminarios del Paisaje, dirigidos por Eduardo Martínez de Pisón y Nicolás Ortega. En las reuniones anuales del grupo, a las que ha asistido durante más de quince años, destacó siempre por su vitalidad, eficacia y rigor. No sólo son relevantes sus contribuciones publicadas con posterioridad, realizadas en su mayoría con Isabel del Río, sino también su participación en los debates. La vitalidad de Lola Brandis, su rectitud, su afabilidad, su buen hacer, el rigor y el compromiso han sido los impulsores de unos estudios urbanos impecables. 

Nos quedan sus métodos de trabajo y resultados excelentes sobre las dinámicas de construcción de la ciudad, su morfología, sus representaciones culturales y, sobre todo, sobre sus paisajes.

Elia Canosa, agosto de 2023